lunes, 23 de marzo de 2009

¿CÒMO PIENSAN LOS GERENTES?- por Daniela de León








Moldee y patrocine una visión

Los líderes manejan una visión, ya sea una que ellos han ayudado a moldear o una que les apasiona. En algunos casos, ellos son los primeros en articular la visión, explicar cual es la misión y decir cómo ellos esperan hacerla realidad. En otros casos, ellos podrían simplemente endosar la visión existente en una organización, dándole vida de forma diferente por medio de sus iniciativas o compromiso contagioso.
De cualquier manera, los líderes hacen la visión explícita y convincente, y luego la tornan en ganancias concretas.
Dale Carnegie, por ejemplo, empezó promocionando un principio simple pero atrayente: “Cree que triunfarás y lo harás.” El tradujo esta visión en un enfoque práctico para el desarrollo humano y ha sido recibido con entusiasmo por millones de personas en todo el mundo.

Comunique Valores Esenciales

Los líderes comunican valores del corazón de una organización – los principios compartidos que unen e impulsan a una empresa. Adicionalmente, los líderes consistentemente comunican estos valores con claridad y pasión. Ellos saben que si sus mensajes son confusos o medio convincentes, los accionistas (o participantes) podrían recibir señales mixtas y responder de una manera confusa y tibia.
El ambiente competitivo de los negocios de hoy trae desafíos sin precedentes e impredecibles a los ejecutivos de todas partes. Así es que, ¿será que necesitamos un nuevo tipo de líder?

Los estudios muestran que el desempeño de una empresa está frecuentemente ligada al nivel de entusiasmo que los líderes puedan transmitir a su gente. Puesto de manera sencilla, los ejecutivos que sobresalen son capaces de comunicar entusiasmo acerca de las metas de la corporación y a cambio, convencer a su equipo.
Los líderes también promueven una comunicación de dos vías. Ellos quieren escuchar – regularmente – a su gente en toda la organización. Confortables con la retroalimentación positiva, también animan la disensión. Los líderes no andan en busca de clones. Ellos aprecian a los que se arriesgan, personas que pueden pensar y que pueden pararse de nuevo con los contratiempos.
Finalmente, lo que es esencial para la comunicación de liderazgo es que debe reforzarse con la acción: los líderes andan en los caminos de la comunicación. Cada líder importante en el cual usted puede pensar no solo ha articulado y comunicado las metas sino que también a ayudado a construir y rendir resultados.

Entusiasme y anime a las personas

Los ejecutivos estratégicos en los negocios entienden que la fuerza de trabajo es su valor competitivo clave. Más importante aún, los líderes realmente creen en las personas y pueden lograr de ellos lo mejor. Ellos expresan altas expectativas (pero realistas) de su equipo y típicamente sus asociados responden con resultados positivos. En pocas palabras, los líderes obtienen lo que esperan – involucrándose con las personas y reconociendo y premiando a las personas y equipos por rendimiento superior.

FUENTE:http://www.bumeran.com.ar/articulos_aplicantes/210/82810/comopiensanlosgerentes.html

domingo, 22 de marzo de 2009

UNILEVER: EJEMPLO DE UN EMPLOYER BRANDING- Por Fabricio Kaplan


El gerente de Desarrollo de RRHH de la firma revela en esta nota las prácticas más originales que implementan, que lo convierten en un verdadero leading case.

El principal desafío que tenemos dentro de RRHH es darle cada vez mayor énfasis al Work Life Balance, de modo que la gente pueda balancear su vida laboral y personal. Es parte de nuestra misión de Vitalidad. Se trata de beneficios tangibles para nuestros empleados que tienen el foco en lo que la persona valora, por lo que resultan muy bien aceptados por todos.

Para ello, implementamos el Flex Time: bandas flexibles de ingreso y egreso. Los empleados pueden entrar entre las 7.30 y 9.30 y retirarse entre las 16.30 y las 18.30, de modo de poder manejar con mayor libertad sus horarios.

También funcionan los Viernes Flexibles, por el cual el personal puede retirarse a partir de las 12.30. Son medidas que impactan en el bienestar de la gente y también del negocio. El primer mes que lo implementamos, hubo récord de ventas.

Para los padres, implementamos la licencia por paternidad, para que puedan estar con sus hijos en un momento tan especial.

El último paso que dimos esta ligado a la maternidad. Al finalizar la licencia por maternidad, pueden trabajar part-time en los siguientes tres meses de su regreso. Es una forma de trabajar la transición en un periodo tan importante de sus vidas y que no tengan que venir a la oficina de golpe y así compartir mas tiempo con su hijo.

En cuestiones de retención, la clave reside en hacer microtácticas, dirigidas a diferentes targets para darle distintas opciones a la gente.

Es un intangible del negocio: si la gente tiene una vida personal más rica, su aporte al negocio es mayor, sintiendo que la organización se adapta a sus necesidades.

FUENTE:http://www.bumeran.com.ar/articulos_aplicantes/210/82390/unileverejemplodeemployerbranding.html

sábado, 21 de marzo de 2009

VI EDICIÒN DE LOS JUEGOS DE LAS EMPRESAS



Uno de los factores que levantan el nivel de satisfacción del personal es que las empresas se preocupen por la salud y el bienestar de sus empleados.

BUENOS AIRES. Tras cinco ediciones con un éxito sin precedentes, con más de 14.000 profesionales participantes en representación de 400 compañías, se convoca la VI edición de Los Juegos de las Empresas en un momento en el que la motivación de los recursos humanos se revela como decisiva para reforzar el compromiso y el espíritu corporativo.
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Los Juegos de las Empresas nacieron en 2004 y se han afianzado a lo largo de sus cinco ediciones como un evento que ha consolidado el espíritu del deporte y sus valores en el mundo de la empresa. Comenzaron con la participación de 1.700 profesionales en representación de 60 empresas y en la pasada Edición 2008 se alcanzaron las 4.300 participantes, involucrando así a 113 empresas, lo que supone un 25% de incremento anual de participación en este evento líder en el mercado.

La VI Edición de Los Juegos de las Empresas contará este año con un mayor número de disciplinas deportivas, que en total serán 21 que se desarrollarán en las diferentes sedes oficiales ubicadas en la Comunidad de Madrid: baloncesto, ajedrez, badminton, basket 3x3, bolos, mountain bike, carrera urbana, cross, dragon boat, fútbol 7, fútbol sala, golf, karting, natación, tenis, tenis de mesa, pitch&putt, piragüismo, paintball, padel y voleibol.

Otras de las apuestas de esta VI Edición será el II Foro Empresa y Deporte, punto de encuentro previo al evento dirigido a los responsables de RRHH, diseñado para debatir y reflexionar acerca del deporte y su práctica en las organizaciones, creando así, un foro de debate a través de las distintas intervenciones.

Estudios recientes afirman que en estos tiempos de crisis el 40% de la caída de la rentabilidad se debe a que el personal está desganado y desmotivado. Ante las reestructuraciones que se están realizando actualmente en las compañías, los trabajadores se encuentran en una situación estresante pensando que su puesto de trabajo puede peligrar… Por ello, y ahora más que nunca, hay que cuidar a los que se quedan y no dejar de motivarles; hay que centrarse en la importancia de gestionar un equipo humano motivado, implicado, comprometido y alineado con los objetivos estratégicos de la empresa en la que se trabaja, ya que este hecho se ha convertido en el factor determinante de las compañías de alto rendimiento.

Uno de los factores que levantan el nivel de satisfacción del personal es que las empresas se preocupen por la salud y el bienestar de sus empleados. Las empresas cada vez están más concienciadas de los beneficios que reporta la actividad física a la relación entre trabajador y empresa. Todos salen beneficiados, tanto el trabajador como a la empresa: por un lado, para el trabajador supone una motivación que refuerza las relaciones interpersonales, favorece la comunicación y potencia el sentimiento de pertenencia. Por otro lado, la empresa fideliza y retiene el talento, refuerza su imagen de empresa, etc. Además, según un estudio de la Fundación La Caixa la conciliación laboral y deportiva podría ahorrar 600€ anuales a la empresa.

El fomento de la actividad deportiva no sólo consigue un mayor rendimiento por parte del empleado, sino que el deporte fundamentalmente potencia también el deseo de superación, la cooperación, la dosificación del esfuerzo, el respeto o la competitividad constructiva. Por ello, las empresas fomentan cada vez más la conciliación de la vida laboral y deportiva, puesto que los beneficios son evidentes y, en definitiva, resulta mucho más económico fomentar la práctica deportiva que afrontar los gastos sanitarios de las enfermedades ocasionadas por el sedentarismo y las consecuentes bajas laborales.

Los Juegos de las Empresas se presenta para las áreas de recursos humanos como una potente acción de comunicación interna y una eficaz herramienta de motivación que refuerza las relaciones interpersonales en un ambiente distendido, lúdico y de sana competencia con empresas de diferentes sectores. Este encuentro, ofrece además, múltiples beneficios:

• Traslada los valores implícitos en la práctica deportiva, permitiendo a los participantes vivenciar la superación, el esfuerzo, la confianza, el respeto, el rendimiento, la pasión, el equilibrio, la cooperación y la entrega.

• Permite a los profesionales sentir los colores, sudar la camiseta, fortaleciendo el sentimiento de pertenencia y el espíritu corporativo de los participantes, reforzando así su compromiso. En definitiva, se refuerza la cultura de empresa y mejora el clima interno.

• Desarrollar hábitos saludables a través de la práctica de actividad física, según diferentes estudios, reduce el absentismo y las bajas laborales. Las empresas se benefician de un mejor ambiente de trabajo, una mayor retención, y de un incremento en su rendimiento.

• Los Juegos de las Empresas es además una completa herramienta de comunicación tanto interna como externa, ya que transmiten una imagen de las empresas participantes dinámica, saludable y comprometida con sus colaboradores.

En definitiva, Los Juegos de las Empresas constituye una auténtica Olimpiada corporativa, dirigida a compañías de cualquier sector; una competición entre empresas concebida para trasladar el auténtico espíritu Olímpico Mens sana in corpore sano.
Randstad, patrocinador oficial de este encuentro, es líder en soluciones de recursos humanos en Iberia. Su amplia gama de servicios abarca desde trabajo temporal y fijo hasta soluciones inhouse, selección, reclutamiento y contratación de profesionales, así como formación y externalización de soluciones de recursos humanos.
Desde la adquisición de Vedior en 2008, Randstad es la segunda empresa de recursos humanos en el mundo, con una fuerte presencia en Australia, Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, India, Luxemburgo, Países Bajos, España, Suiza, Polonia, Portugal y sudeste de Estados Unidos. Randstad cuenta con más de 34.000 empleados que trabajan desde 5.400 oficinas ubicadas en 53 países alrededor del mundo.
En 2008 Randstad fue elegida como la 6ª mejor empresa para trabajar por el Instituto Great Place to Work y la primera de su sector.
En 2004 nació la Fundación Randstad para apoyar la inserción socio laboral de colectivos en riesgo de exclusión social y por la igualdad de oportunidades en el empleo.

FUENTE: http://www.losrecursoshumanos.com/

¿QUE ES EL OUTPLACEMENT?




Es una práctica que va en aumento, y una nueva especialidad para muchos consultores y empresas especializadas en RR.HH: se trata del “Outplacement”, o el conjunto de técnicas para reubicar trabajadores cuando por fusiones, adquisiciones y reestructuraciones hay que prescindir de parte del personal. Se trata de contenerlos y reorientarlos, para facilitarles una positiva reinserción laboral y que no se vea afectada su reputación en el mercado de trabajo ni su vida familiar. Es que muchas veces se ha observado que los desvinculados comprenden perfectamente las razones por las que se prescinde de ellos, pero quedan resentidos al notar un manejo desprolijo o poco amable de la situación. Y ya son muchas las consultoras en RR.HH que están ofreciendo ocuparse profesionalmente de gestionar esas “transiciones” en los casos de cambios estructurales de las corporaciones.
Se trata de reorientar positivamente a los ejecutivos que se desvinculan, redefiniéndoles su horizonte profesional y generándoles una visión optimista sobre su propio futuro mediante una serie de herramientas adaptables a cada caso individual, y ayudar en el diseño de estrategias para alcanzar nuevos objetivos laborales.
Implica toda una “reeducación” del ejecutivo, actualizándolo sobre las realidades del mercado y como su perfil puede ser recibido en las redes de contactos que le ayudan a construir con un entrenamiento específico.
Uno de los objetivos desde el punto de vista de la empresa que contrata servicios de Outplacement es reducir conflictos emocionales, y que el colaborador desvinculado se sienta gratificado por el interés que se muestra por él, percibiendo la nueva situación no como algo ríspido sino como un nuevo desafío profesional, mediante una reformulación de su marketing personal.
Hoy, el Outplacement es una herramienta de creciente popularidad, porque los procesos de fusiones y adquisiciones, de permanente aumento en cuanto a velocidad y frecuencia, son el perfecto escenario para su difusión. Normalmente, se identifican varias etapas en estos procesos. La primera es una evaluación de las capacidades, conocimientos, experiencias y aptitudes de quien será desvinculado, y como puede potenciar al máximo sus calidades profesionales. Luego, en función de los resultados de la primera etapa, se colabora con el ejecutivo saliente en buscar ofertas de empleo para funciones similares a las que estaba realizando; luego, se estudian sus posibilidades ante un cambio de tareas, para después considerar una total ruptura de sus hábitos laborales, mixturando las situaciones. Por último se lo orienta para el caso que deba emprender un proyecto en forma autónoma. Además se lo asiste facilitándole herramientas físicas como puede ser acceso a computadoras y cuentas de e-mail, documentación y bases de datos, etc.
También se incluyen ejercicios para mejorar la comunicación y un seguimiento del empleado de hasta un año a partir de que consigue reinsertarse en otra organización, para verificar su grado de integración al nuevo entorno.
En resumen, se trata de enfrentar una situación que puede ser traumática y transformarla en una fuente de oportunidades, considerando que el despido muchas veces puede transformarse en un impulso para que algunos empleados mejoren en su desempeño profesional, obligándolos a tomar la dirección de su propio destino laboral y alejándolos del conformismo que siempre genera la rutina. Incluso, la creciente popularidad de estos servicios se va extendiendo a todos los estamentos empresariales, dejando de ser solo un privilegio de los altos ejecutivos. De ese modo, se han visto muy reducidos en cuanto a tiempo empleado los procesos de búsqueda de empleo, promediando entre cinco y seis meses contra un año o más que se empleaba antes, lo cual resulta beneficioso para la empresa que se desprende de trabajadores, ya que es menor la tensión entre el personal y el tiempo que los desvinculados le dedican a conseguir nuevo empleo desde que toman conocimiento de la situación. Y ciertamente eso es muy bueno para el futuro del empleado, ya que en general los empresarios no suelen ver bien a quienes han pasado largos periodos de inactividad.
En cuanto a la financiación del proceso de Outplacement, la empresa que prescinde de empleados es la que se hace cargo de la cuenta, que generalmente se calcula en base a la remuneración bruta anual de los empleados desvinculados, oscilando siempre entre un 16 y un 20% de la misma. Varios consultores destacan que esto ayuda a que la empresa tenga una imagen mucho mejor en su comunidad de negocios, y se ocupan de la redacción de cartas de agradecimiento y presentación destinadas a impresionar muy favorablemente a los posibles nuevos empleadores de cada trabajador, de acuerdo a parámetros utilizados en cada región.
Por ejemplo, en Europa opera, entre otros, el grupo anglo-francés MOA GROUPE BPI, que ya equipara el concepto de Outplacement con el de “recolocación” de empleados, y ha trabajado en grandes casos de reestructuraciones, como los de Lucent, Gillette, Michelin y Danone, y gracias a ello se recolocaron el 80% de miles de empleados afectados. Afirman tener una visión “integral” de los procesos de reestructuración, que les permite ver todos los activos de una empresas que es adquirida o se reformula como un conjunto de recursos a transferir a nuevos empresarios, y preservar o regenerar los RR.HH de las zonas inmersas en estos procesos que casi nunca están desprovistos de aspectos traumáticos para mucha gente. MOA viene creciendo a un 20% anual, y al ritmo que llevan las fusiones y adquisiciones, sus directivos esperan que aumente muy considerablemente en los próximos años. Tienen la mira puesta en los sectores textiles, automotrices y navales, que, opinan, son los que más riesgos de sobresalto corren en la actualidad y con vista al futuro.

FUENTE:http://www.losrecursoshumanos.com/

miércoles, 18 de marzo de 2009

NOTA PUBLICADA

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REFERENCIAS DEL MANAGEMENT- por José Enebral Fernández


Podemos entender el management como la ciencia, o tal vez arte, de obtener el mejor rendimiento de las personas en las organizaciones, y considerar a Frederick Taylor, los esposos Gilbreth y Henri Farol, los más relevantes padres del management científico… Sí, podríamos afirmar que el management científico ha cumplido cien años…, pero la paternidad podría igualmente apuntar a Nicolás Maquiavelo, e incluso a Sun Tzu (2.500 años atrás).

Recordemos algunos detalles de la doctrina maquiavélica (siglo XVI) que todavía hoy parecen aplicarse: “Y habrá de rodearse el director de colaboradores que no le engañen; pero que tampoco le digan verdades sin ser preguntados, porque eso sería un abuso de confianza y el director ha de hacerse respetar y aun temer. Preguntará a menudo a sus colaboradores próximos, y se asegurará de que no le digan sólo lo que le guste oír; y luego decidirá. Sabrá distinguir los sabios de los necios, y recelará de quienes le ofrezcan demasiadas explicaciones. Se cuidará, además, de que sus subordinados no puedan cumplir todos sus compromisos, y así nadie se atreverá a formularle críticas o reivindicaciones. No habrá de preocuparse mucho por ello, pero si las circunstancias lo permiten cumplirá sus promesas, porque eso le engrandecerá y, si el director es grande, eso es bueno para la empresa y todos se sentirán un poco grandes”.

Más recientemente, hace cien años, eran en efecto Taylor y los Gilbreth (Frank y Lillian) en América quienes estudiaban tiempos y movimientos en el trabajo manual, y Fayol en Francia quien formulaba sus famosos 14 principios. Más tarde se fue abriendo paso una más humana cara del jánico rostro del management, sobre todo tras el experimento de Hawthorne. Aquí, además de Elton Mayo, habríamos de recordar a Mary Parker Follett…

Todo esto lo conoce el lector, y lo traigo para subrayar que, con la llegada del la economía del conocimiento, es precisamente el lado humano de la gestión empresarial el que gana claro protagonismo. El trabajo manual de las fábricas de la era industrial se ha reducido sensiblemente en favor del trabajo del saber y el innovar, y las personas parecen constituir un activo cardinal en las organizaciones… Sin embargo, me voy a permitir cuestionar las relaciones jerárquicas que recuerdan a El Príncipe, contando además con que Maquiavelo no se propuso crear un modelo de dirección para las empresas del siglo XXI.

Confío en que el editor me permita esta licencia, y que el lector encuentre oportuna la reflexión, después de todo. Trataré de redactar los párrafos maquiavélicos tal como sí me parecerían idóneos hoy, en la economía del saber y el innovar:

“Se rodeará el director de efectivos colaboradores, que le comuniquen verdades necesarias sin perjuicio del respeto debido. Para ello habrá de evitar que le teman, porque si le temen pondrán la atención en su propia seguridad y no en la consecución de resultados; los colaboradores temerosos, en vez de hacer su trabajo y por miedo a cometer errores, pasarían el tiempo preparando respuestas, explicaciones…Cuidará, en suma el director de que sus colaboradores dispongan de autonomía y recursos para hacer bien su trabajo, y hará él igualmente bien el suyo, dando ejemplo de diligencia y responsabilidad. Pondrá más empeño en solucionar problemas que en buscar culpables; respetará a sus subordinados como ellos le respetan a él, y sabrá catalizar un clima de confianza y colaboración en su entorno de influencia”.

En definitiva, creo que cabe rechazar el management by fear, porque reduciría a los trabajadores a obedecer instrucciones sin atreverse a pensar y decidir por su cuenta, y un trabajador del conocimiento no pensante sería todo un despilfarro; además, el director estaría sobreocupado tomando decisiones cotidianas, o —peor— éstas se quedarían sin tomar, o se demorarían, mientras el director atiende al futuro de la empresa. Resultaría ingenuo pensar en la desaparición del maquiavelismo en las organizaciones, pero hay que recordar que, en la sociedad actual, ya no existe tanta distancia intelectual entre directores y dirigidos.

No todas las viejas fórmulas caben en los tiempos nuevos, y debemos empezar por identificar bien estos nuevos tiempos. ¿Qué entendemos por economía del conocimiento? ¿Qué entendemos por innovación? ¿Sabemos dirigir a los trabajadores expertos? ¿Sabemos practicar el aprendizaje permanente? ¿Sabemos conciliar la máxima efectividad colectiva con la calidad de vida en la empresa?

LA SALUD EN LAS COMPAÑIAS- por Juan Martines de Salinas



Ahora más que nunca, se debe prestar mucha atención a la salud de las compañías para poner remedio a los resfriados antes de que se conviertan en una epidemia que se extienda por todos los rincones de la empresa. Por supuesto, me estoy refiriendo a prestar atención al clima laboral de las empresas que comprende la globalidad de las variables a tener en cuenta para que las cosas funcionen bien.

Normalmente, con la observación, se palpa si las cosas van por buen camino, comienzan a ir mal o se encuentran ya en terrenos muy peligrosos.

Para ponerle remedio, la primera que tiene que tener intención de querer averiguar la realidad es la cúpula directiva. Porque si ellos no están dispuestos a aceptar los puntos a mejorar y ponerse a trabajar por cambiar las cosas, de nada servirán este tipo de iniciativas, a no ser para frustrar las expectativas de las personas.

La salud de las compañías es comparable con los semáforos que tienen tres indicadores. El verde significa que las empresas van bien y que su salud es de hierro. El amarillo significa precaución, debido a que determinados aspectos comienzan a debilitarse y necesitan ser reforzados para evitar problemas. El rojo hace saltar todas las alarmas porque es un peligro real al cual tenemos que poner remedio, buscando alternativas que lo corten de raíz y además, busquemos el causante que lo provocó, para evitar que vuelva a ocurrir.

Las encuestas de clima laboral son una herramienta adecuada, que ayudan a ver el estado actual de las empresas y del cual se pueden sacar conclusiones muy interesantes. No olvidéis que este tipo de encuestas son un medio para conseguir determinar cómo se encuentra vuestra compañía y a partir de ahí, una vez que tengamos el diagnostico definitivo, buscar las soluciones.

Hay personas que piensan que son un fin en si; están muy equivocadas porque, por si solas, no van a cambiar ni a mejorar nada sino se ponen las herramientas necesarias para que las cosas mejoren y se tenga intención de querer hacerlo.




Lo primero que se debe hacer es determinar qué variables son las que se quieren medir y en función de esto, preparar los ítems adecuados que se centren en los mismos. No es muy conveniente medir demasiados aspectos a la vez. Es preferible centrarse en varios con detenimiento para tener un análisis completo. En las reuniones iniciales se tiene que determinar qué áreas son las que más se necesitan medir en función de una observación previa.


Una vez preparado el formulario, se pasa a la segunda parte, de la cual depende en gran parte el éxito de la encuesta, que es la campaña de difusión a toda la plantilla, para explicarles cuál es la finalidad de la misma y qué se pretende obtener con ella, además de para qué se van a usar posteriormente los resultados. Debéis daros cuenta que ellos son la parte protagonista de estas encuestas, sin los cuales no vais a conseguir obtener la información veraz del sentir global con respecto a esas variables a medir.

Lo mejor es que la realización de las mismas sea voluntaria y anónima para que las personas se sientan libres de poder responder lo que piensan, sin miedos de ningún tipo. Si no son anónimas, a pesar de poderles explicar que los resultados sólo van a ser manejados por un departamento específico, puede generar dudas y hacer que la gente se comporte de forma políticamente correcta, diciendo lo que piensan que se quiere oír, cuando en realidad se necesita todo lo contrario, que la gente nos diga lo que realmente piensa o lo que siente sobre determinada política o variable. No se trata a de juzgar a nadie, ni de reprochar nada. Simplemente, queremos juntar todas las opiniones y conocer el sentir general de la plantilla.

Si la participación es alta, la campaña de comunicación habrá sido todo un éxito. Debemos saber llegar a los participantes, lanzando un mensaje claro que de credibilidad.

Sin embargo, no os confiéis porque aun queda la parte más complicada: analizar todos los datos y sacar las conclusiones pertinentes. Éstas se deberán hacer publicas a los participantes y se tendrán que indicar qué medidas se van a acometer para que las cosas mejoren. Tendrá que quedar claro que las cosas no se cambian de un día para otro; todo lleva su proceso lógico.

En más de una ocasión, los resultados sacan los colores a la cúpula directiva, poniéndoles en una situación comprometida y lo más fácil es mirar hacia otro lado, haciendo como que no pasa nada. A partir de las conclusiones, es donde las empresas tienen que demostrar si quieren cambiar las cosas o no. Sus cuerpos directivos van a tener que mostrar por qué están ahí y que tienen capacidad de reacción.

Una vez que tengamos las conclusiones, no es cuestión de buscar una cabeza de turco que pague los platos rotos. Habrá que poner las medidas necesarias para que la salud resentida de la compañía mejore y vuelvan las cosas al cauce necesario.

En más de una ocasión, nos podemos llevar una sorpresa y ver que la salud de la compañía no era negativa y está mucho mejor de lo que pensábamos.

También habrá que prestar mucha atención al momento en que se elige para hacer este tipo de encuestas y evitar, así, que influyan demasiados agentes externos e internos, positivos y negativos. Cada cosa tiene su momento.

Será fundamental que haya unidad de las partes impulsoras de este tipo de iniciativas en la compañía y que todas crean en la utilidad de la misma. Si hay desunión ya en esto, de poco o nada va a servir poner en marcha iniciativas de este tipo, porque será un fracaso absoluto y no servirá de nada.

Así que antes de llevarlas a cabo, los responsables de la empresa tienen que estar concienciados y con la mente abierta; a veces se van a encontrar con cosas que no les van a gustar. Sin embargo, es preferible saberlo que no. Todas las cosas tienen solución; sólo hace falta quererlo cambiar. Hay veces que las complicaciones para cambiar las cosas están en las personas que tienen capacidad de cambiarlas y no en las cosas en si.

DE LAS CONFERENCIAS Y EL STORYTELLING- por Jose Enebral Fernandez



Disponemos de innumerables referencias instructivas —ejemplos, narraciones, historias— para nuestro aprendizaje y desarrollo permanente. En el área del management se utiliza gran cantidad de casos de éxitos y fracasos de los que podemos aprender, aunque sin duda cada organización necesita soluciones adaptadas. Pero quizá, en la emergente economía del saber y el innovar, deberíamos dirigir más específicamente la búsqueda de referencias hacia lo relacionado con el avance del conocimiento en cada campo técnico y científico, es decir, hacia lo más unido a la inexcusable innovación técnica en la empresa.

No cabe cuestionar el potencial de la enseñanza acroamática, pero hay que poner el énfasis en el aprendizaje producido: en su valor y oportunidad. Concretamente, habríamos de seleccionar muy bien las historias a narrar dentro del cada día más demandado storytelling, y obtener de ellas todo el provecho posible. Nos gustaba, de niños, que nos contaran cuentos, y la escucha nos resultaba una actividad autotélica: no nos sentíamos obligados a extraer enseñanzas de modo consciente, pero nos divertíamos. Yo recuerdo todavía las historias que, en verano, nos contaba el salesiano Antonio Sánchez Romo en el colegio de María Auxiliadora. Ahora, adultos ya y profesionales obligados a aprender continuamente, podemos concentrar nuestra atención en un relato idóneo, pero necesitamos obtener enseñanzas valiosas que nos iluminen en el desempeño profesional. Se diría que la asistencia a conferencias, un negocio creciente para las plataformas de conferenciantes, nos nutre de aprendizaje grato, pero podría haber más de grato que de aprendizaje.

Las conferencias

He tenido ocasión de asistir a conferencias, y también a charlas más informales, de brillantes oradores (gurús) sobre aspectos del management y del potencial humano (Peters, Covey, Senge, Bedbury, Ohmae, Ridderstrale, Marina, Rovira, Trías de Bes, Páez, Punset, Teerlink, Maguire, Giuliani, De Bono…) y creo que, en general, supe hacer cada vez una síntesis que me resultó valiosa; algún conferenciante no estuvo, cuando yo lo escuché, a la altura de mis disparadas expectativas (por el gran prestigio del gurú), pero en general disfruto mucho de las conferencias, y a veces muchísimo. También vale leer idóneos libros, pero una conferencia interesante es un placer, y puede que mayor si se tratara siempre de storytelling aleccionador.

Recuerdo una ocasión en que, en un foro para directivos, me hablaron de los templarios: por entonces la novela (El código Da Vinci) de Dan Brown estaba siendo un éxito y la película de Ron Howard estaba en cartelera. Al parecer, debíamos extraer enseñanzas de los templarios para la gestión de las empresas. Se nos dijo que poco tenía que ver la novela con la realidad (el conferenciante llevaba, al parecer, 20 años estudiando la Orden) y se nos mostraron analogías entre la actuación de los caballeros del Temple y la moderna gestión de las empresas. Yo salí pensando que nada nuevo podían decirnos los templarios sobre la gestión empresarial, aunque había sin duda analogías entre sus prácticas como organización y las que hoy desplegamos; pensé incluso que podrían haber hecho un viaje en el tiempo para seguir algún máster de nuestro tiempo, pero lo desestimé: parecía puro sentido común. Fue entretenido, pero me pareció que se trataba especialmente de eso: de entretener.

También recuerdo haber asistido interesado a una conferencia sobre un determinado tema, en que, más allá del título, no me pareció que se hablara de aquello, sino que una ex campeona olímpica nos relató su vida deportiva. Sin duda había sólidas enseñanzas que extraer, pero presumo que la misma conferencia se daba otras veces con distinto título para adaptarse a la circunstancia. Dicho de otro modo, en lo que solemos entender por conferencias podría estar primando a menudo el conferenciante y no tanto el tema desarrollado, lo que nos sacaría del campo del desarrollo permanente para situarnos en el del “entretenimiento oral a públicos selectos”, tal como, en efecto y textualmente, lo describe la conocida plataforma de oradores Thinking Heads, que se nos muestra como la principal existente en España. Su negocio es el “entretenimiento oral a públicos selectos”.

Leí que los directivos de Thinking Heads decían: “Existen en el mercado otras empresas, como Speakers Bureau o Altium, pero no son propiamente agencias de conferenciantes, sino que trabajan como intermediarios y subcontratan a Thinking Heads para conseguir la participación de sus representados” (El País-Negocios, 29 de octubre de 2006). Por lo que yo mismo pude averiguar después contactando con otras agencias, no creo que sea así; es decir, hay diferentes plataformas (también sé, por ejemplo, de Káleidom), y todas trabajan de forma similar, aunque Thinking Heads dice ser “La Primera Agencia de Conferenciantes de España”. Pero atención: lo que querría subrayar si el lector me sigue, es que, al referirme al storytelling, deseo salirme del entretenimiento y situarme exactamente en el campo del aprendizaje y desarrollo permanente: algo a lo que estamos obligados los profesionales de la emergente economía del conocimiento.

(Hago aquí un paréntesis digresivo para sugerir que la economía del conocimiento no debería confundirse con la economía de las tecnologías de la información y la comunicación, como tampoco deberíamos confundir la Sociedad de la Información con la Sociedad de la Informática, ni la innovación con el avance tecnológico. Me gusta separar en lo posible los continentes de los contenidos, pero, caramba, cada día resulta más difícil…).

El storytelling

En efecto, sin descartar el “entretenimiento oral para públicos selectos”, yo hablaría asimismo de la necesidad de “entrenamiento oral para todos los públicos”, y desde luego para “aprendedores permanentes”, que es lo que somos, o debemos ser, todos nosotros. La enseñanza acroamática es potente como método, pero el método (classroom, outdoor, e-learning, coaching…) no parece tan milagroso como lo es el contenido de la enseñanza. Les decía que, habiendo disfrutado de muchísimas conferencias tanto por el contenido como por el conferenciante, ha habido empero algún caso en que, sin menoscabo de la satisfacción del momento, no sabría explicar bien qué aprendí.

Yo creo que, al contar historias en el marco del lifelong learning, hemos de hacerlo con ánimo didáctico, y que en la economía del conocimiento las enseñanzas habrían de apuntar, de manera muy especial, a la capacidad de aprender e innovar con acierto. Sin perjuicio del negocio de las plataformas y sus representados, yo someto al lector el interés de desarrollar facultades y fortalezas mediante historias aleccionadoras ad hoc, que nos ilustren de modo más efectivo. Les pondré un ejemplo. En sólo un par de párrafos, voy a resumirles una historia que puede leerse con más detalles en Internet; posteriormente, les formularé mis propias enseñanzas (las que yo obtuve para mí).

El Walkman de Sony

El Walkman nació hace casi 30 años, como fruto del afán creador y la intuición de Masaru Ibuka, con el apoyo de Akio Morita, fundadores ambos de Sony. Tras comercializar la compañía una grabadora monoaural de pequeño tamaño para periodistas (el “Pressman”), intentaron hacerla estereofónica; al incorporar los nuevos circuitos ya no quedaba espacio en el aparato para la función de grabación, de modo que el resultado era un reproductor portátil de cintas de audio, que precisaba de auriculares externos. Los ingenieros consideraron el proyecto un fracaso, aunque utilizaban el prototipo en el laboratorio para escuchar música.

Ibuka, ya como presidente honorario, lo escuchó casualmente y pensó enseguida que podía venderse; lo comentó con Morita, que entonces dirigía la compañía, y éste decidió fabricarlo a pesar de los informes desfavorables de sus colaboradores. En julio de 1979 se pusieron en el mercado 30.000 unidades, que se vendieron en apenas dos meses. Diez años después, se habían vendido 50 millones de unidades; en 1992 se alcanzó la cifra de 100 millones; en 1995, la de 150 millones... Ibuka estaba íntimamente seguro de que se vendería; imaginó rápidamente a jóvenes caminando, o en bicicleta, y escuchando música con el nuevo reproductor. Lo que seguramente no pudo imaginar fue la dimensión del éxito.

Enseñanzas:

• La intuición sigue a la intención y la atención, y no ayuda a todos por igual.
• La casualidad parece estar siempre pidiendo una oportunidad.
• El intuitivo ha de contar con poder o apoyo para materializar su convicción.
• El mercado es receptivo a la novedad útil; es agradecido y aun entusiasta.
• La razón ha de asentir, o al menos consentir, ante un mensaje intuitivo.

¿Poseíamos ya estas enseñanzas? ¿Gestionamos todos bien la atención, o intentamos simplemente gestionar el tiempo? ¿Somos suficientemente intuitivos? Observen que formulo las enseñanzas en modo telegrama; si me extendiera explicándome, ocuparían más espacio éstas que la propia historia. Incluso puede el lector extraer alguna otra conclusión, más fácilmente si se interesa por la historia completa. Hay muchas historias interesantes relacionadas con la innovación, tanto referida a los campos del saber como a la específica actividad empresarial. Veamos otro ejemplo.

El horno de microondas

En 1946, un técnico autodidacto de la compañía Raytheon, Percy Spencer, participaba en unas pruebas con un generador de ondas de alta frecuencia (magnetrón), cuando observó que se le derretía una chocolatina que llevaba en el bolsillo de su bata; para confirmar que se trataba de un efecto de las ondas, colocó unos granos de maíz en el área radiada y efectivamente surgieron las palomitas. Se cuenta que experimentó igualmente con un huevo, que estalló fruto de calor generado en su interior. Al parecer, otros ingenieros habían detectado la generación de calor sin pensar en posibles aplicaciones, pero Spencer tuvo la curiosidad, la perspectiva, la intuición suficiente para relacionar el hecho con el guiso de alimentos.

Aunque inicialmente los hornos eran de gran tamaño y elevado coste, en los años 70 ya se vendían unidades para uso doméstico. No es que tuvieran mucho éxito al principio, pero el concepto de cocinado rápido había nacido, y resultaría irreversible a pesar de las sospechas sobre efectos nocivos (cancerígenos) de las radiaciones. Ciertamente puede hablarse de casualidad pensando en la chocolatina de Spencer, pero a la vez de la sólida y repentina convicción de éste: aquello podía y debía aplicarse en la cocina.

Enseñanzas:

• El autodidactismo hace milagros, seguramente porque implica voluntad de aprender.
• Harían bien las empresas catalizando la intuición y la serendipidad de sus trabajadores expertos.
• El avance tecnológico esconde seguramente muchas otras sorpresas y puede que se nos estén escapando.
• Los descubrimientos en un campo pueden resultar valiosos en otros campos (en este caso, la cocina).
• Siempre surge alguna resistencia con que ha de enfrentase la novedad.

Temo que, aunque obvias, no hayamos incorporado estas enseñanzas en suficiente grado y que ser autodidacto o autodidacta parezca una excepción; que las empresas no estén catalizando la intuición ni la serendipidad… De nuevo tengo que decir que, si me hubiera extendido más en la historia les ofrecería probablemente más conclusiones, pero éstas son las que les propongo a partir de los dos párrafos del resumen. Personalmente, me hallo contrastando las correspondientes enseñanzas derivadas de otros muchos ejemplos, en busca de metaconclusiones valiosas; en realidad, no porque piense que voy a encontrar algo que se hallara escondido, sino, sobre todo, porque me gusta hacerlo.

Bien, tras estos dos ejemplos de historias y conclusiones, querría insistir en que de todo podemos aprender mucho. Resulta curioso (bueno, relativamente) que, al buscar casos de gestión empresarial, encontramos más sobre éxitos que sobre fracasos; pero de éstos y de aquéllos podemos aprender mucho y quizá no lo estamos haciendo. Aunque tengo afición por los relatos relacionados con la serendipidad y la innovación (el velcro, la vulcanización del caucho, la penicilina, el telescopio, las cerillas, algunos edulcorantes y fármacos, la conexión electromagnética, los rayos X…), es verdad, sí, que me he interesado por otros aspectos de la gestión empresarial, más allá de los aciertos y errores en algunas grandes decisiones.

Por ejemplo, me sorprendió (empecé a fijarme hace cinco o seis años) el optimismo de algunos directivos en sus declaraciones de futuro. La prensa económica, impresa y electrónica, nos viene ofreciendo muestras de alardes de algunas empresas sobre su futuro, y a mí me ha parecido comprobar que, en alguna ocasión, nada, o casi nada, de lo anunciado públicamente se cumplía. Ya me he referido en anteriores artículos no sólo al exitoso Walkman de Sony o al horno de Spencer, sino al caso de gestión empresarial de una consultora, Fycsa, hoy incorporada a la marca Élogos, que anunciaba en 2001 un espectacular incremento de sus ventas para 2003, y que luego, llegado el momento, facturó apenas la quinta parte (el 20%) de lo adelantado en notas de prensa; en poco tiempo dobló su plantilla, para poco después tener que reducirla de nuevo: llamativo.

También me he referido alguna vez a Bodegas Vinartis (antes Cosecheros Abastecedores), cuyos alardes de futuro en 2004 —innecesarios, a mi modo de ver— llamaban la atención por insistentes, como asimismo me sorprendía el empeño en lucir su ebitda (indicador financiero que ustedes interpretarán mejor que yo), incluso con datos no coincidentes. Yo pensé, en relación con estas últimas referencias, que, sin cuestionar la necesidad de optimismo en las empresas, sus excesos pueden resultar a veces peores que el pesimismo. De hecho, el pesimismo pueden funcionar muy bien a veces: “He estudiado unas 30 profesiones diferentes para ver la relación entre el optimismo y el éxito, y sólo hay una en que los pesimistas tienen más éxito: los abogados”, dice Martin Seligman.

En conferencias y al hablar de desaciertos, suelo utilizar el caso de la New Coke porque ofrece diversas y valiosas enseñanzas, que seguramente administró muy bien Coca Cola, una compañía que puede permitirse un gran error y no perder por ello solidez empresarial. Mi historia favorita es, no obstante, la de la cosmología heliocéntrica porque reúne buena parte de esas metaenseñanzas a que me refería; tirando del hilo al final me cayó más simpático Kepler que Galileo, aunque me pareció muy meritorio lo de Aristarco… Por aquí conecté con el curioso mecanismo de Antiquitera. Hay, sí, en la historia de la Astronomía investigaciones, conexiones, deducciones, abducciones, abstracciones, intuiciones…, y hay asimismo duro enfrentamiento con el Establishment.

Y no quisiera terminar estas líneas escritas el Domingo de Ramos de 2007 sin recordar a un personaje que me ha resultado de extremo interés en mi modesto estudio de estos meses, Genrich Altshuller: no se pierdan su historia. Interesante me pareció igualmente comparar los cambios en la transición del siglo XIX al XX, con estos otros de que hemos estado hablando cien años después. Interesante y aleccionador resulta asimismo el estudio de los estereotipos que encontramos en las organizaciones…

No sé bien por qué, en vez de irme a dormir la siesta de los domingos, me he puesto a escribir; pero no me arrepiento: me apetecía decir estas cosas. Mi gata Kitty se ha quedado dormida al lado del teclado, al parecer satisfecha con mi obligada ración de mimo. Les invito —y voy terminando— a extraer enseñanzas de la experiencia acumulada; una experiencia que, sin ir más lejos, Internet nos ofrece en interesante medida a poco que nos pongamos a buscar. ¿No hacen ustedes descubrimientos serendipitosos en Internet?

Desde luego, y por eso he tratado el tema del storytelling, es más cómodo y quizá efectivo, si uno no dispone de tiempo para ello, que alguien estudie las historias, contraste los datos, analice las enseñanzas, las sintetice, coloque los énfasis, encuentre conexiones y extraiga valiosas conclusiones: el storyteller. Pero recuerden: historias + enseñanzas valiosas. Y gracias por acompañarme hasta aquí.

martes, 17 de marzo de 2009

MANAGEMENT: LIDERAZGO Y CLIMA ORGANIZACIONAL- por Gaston Minardi






¿Existen entornos kafkaianos? ¿Hay jefes que generan con su sola presencia un clima determinado? ¿Es el optimismo un generador de sinergia laboral? ¿Existe una relación entre estados de ánimo y productividad?

Clima y cultura organizacional en realidad son aspectos recursivos de un mismo producto: las acciones e interacciones entre personas dentro de un sistema determinado en el cual se conjugan el poder, la comunicación, la motivación y la claridad de visión de la organización.

Libros como “El líder resonante crea más” y “La inteligencia emocional aplicada a la empresa” de Daniel Goleman, comenzaron a atar más decididamente el concepto de liderazgo y aptitudes emocionales con ambientes de trabajo.

Particularmente interesante es el concepto de resonancia que dice que “Los líderes emocionalmente inteligentes alientan en sus subordinados cierto grado de bienestar que les lleva a compartir las ideas, aprender los unos de los otros, asumir decisiones grupales y permitir, en suma, que las cosas funcionen. El vínculo emocional que se establece en tal caso permite que los integrantes del grupo permanezcan centrados en su actividad aun en medio del cambio y la incertidumbre. Cuando, por el contrario, el líder carece de resonancia, sus subordinados se limitan a llevar a cabo su trabajo sin dar lo mejor de sí.” (Goleman Daniel, El líder resonante crea más”

Percibir la relación existente entre liderazgo-interacciones intraorganizacionales-productos finales, es el objetivo más trascendente de cualquier medición de clima laboral.

lunes, 16 de marzo de 2009

BASTA DE REVISTAS INTERNAS- por Alejandro Formanchuk




Sí, lo reconozco, el título es una provocación. Y es exagerado. Pero concédame que hace honor a las artes periodísticas y tiene bastante “gancho”. “¡Basta de revistas internas!” no es un ataque a esta noble herramienta de comunicación sino una invitación a pensar cuál es el lugar que se le da en las empresas a los medios, la planificación y los mensajes.

No sé si usted lo habrá notado, pero a veces yo tengo la sensación de que las herramientas de comunicación ocupan el lugar de la comunicación en sí misma. “¡Necesitamos una Intranet, una revista y una cartelera!”, se suele escuchar. ¿Pero de dónde nace esta necesidad?, ¿quién la impone? Porque lo más lógico (en un mundo que no siempre lo es –como decía una publicidad) es que los objetivos a alcanzar, los mensajes a difundir y los recursos disponibles sean los que fijen los medios a utilizar. Digamos que comenzar por el extremo opuesto, es decir por la elección a priori de una herramienta, condiciona el éxito de cualquier acción de comunicación.

Pregunta: ¿Qué es la televisión? Le doy dos alternativas: a) El armatoste de 29 pulgadas que tiene en su cocina, habitación, living y baño; b) Los programas que trasmiten las emisoras. Ahora otra: ¿Qué es la comunicación interna?: a) Las revistas internas o house organs, carteleras, intranets, etcétera; b) Los mensajes que difunden. Si usted se inclinó por las respuestas “b”, lo felicito. Y si usted prefirió las “a”, también le concedo razón ya que el medio, según esa cita tan citada, a veces termina siendo el mensaje. (O me va a decir que nunca escuchó a nadie gritar “¡tenemos que estar en Internet!” y cuando uno pregunta “¿para qué?” responden: “¡porque hay que estar en Internet!”).

Entonces, si ambas opciones pueden ser correctas, ¿dónde está el problema? El problema es que a veces las organizaciones pueden caer en la trampa de pensar que gestionar la comunicación interna es hacer sólo una bonita revista para sus empleados llamada “Entre Nos”. Y la realidad es que una revista o una cartelera o una Intranet en sí mismas no resuelven nada, ni ayudan a alcanzar ningún objetivo ni satisfacen una necesidad de comunicación.

De lo que se trata, digámoslo ya, es de invertir en las herramientas más efectivas. Esto es muy fácil decirlo, me reprochará usted con razón, acá el quid es saber cuáles lo son. Pues bien, en vez de presentarle un decálogo del tipo “Utilice Intranet cuando usted quiera… Utilice las carteleras cuando usted pretenda…”, prefiero acercarle 15 variables de análisis suelo utilizar cuando trabajo este tipo de temas con las empresas:

1. DIFICULTAD: ¿La herramienta de comunicación que quiero desarrollar es de fácil elaboración o no? ¿Necesitaré ayuda externa, de diseñadores, fotógrafos, redactores, creativos?

2. ALCANCE: ¿Cuál es el alcance de la misma, a cuánta gente me permite llegar? ¿Me interesa que mi comunicación llegue a muchos o a pocos, al personal, a su familia, a mis proveedores, a los medios?

3. SEGMENTACIÓN: ¿Me permite segmentar los públicos? Por ejemplo, con una cartelera no podemos segmentar demasiado, la pueden leer todos. Pero con el e-mail sí se puede, o si utilizamos la Intranet podemos diseñar una sección con clave a la que sólo ingresen determinadas personas.

4. VELOCIDAD DE IMPACTO: ¿En qué tiempo me permite llegar a mi público? ¿Es el adecuado? ¿Responde a mi necesidad de comunicación? Permítame el ejemplo fácil: publicamos en la cartelera que hay un incendio en este momento.

5. ACTUALIZACIÓN: ¿Puedo actualizar la información?, ¿en qué tiempo, con qué velocidad, con qué costo?

6. OBLIGATORIEDAD DE LECTURA: ¿Me interesa que el mensaje sea de lectura obligatoria o no? ¿Este medio me permite hacerlo? Por ejemplo, si cuando prendemos una computadora me aparece un mensaje tipo “Pop-up”, no me queda otra que leerlo. Pero si pegamos una circular en la cartelera, ¿quién me asegura que alguien la lea?

7. COSTO: ¿Cuánto sale elaborar, actualizar y distribuir esta herramienta? ¿Hay costos ocultos?

8. ATRACTIVO: ¿Es un medio atractivo? ¿La gente se acerca, lo busca, lo espera, lo reclama, lo festeja? ¿Le podemos dar una vuelta creativa a lo que estamos haciendo?

9. MOVILIDAD: ¿Me interesa que sea un medio “móvil”, que se lo puedan llevar de la oficina?

10. REGISTRO: ¿Quiero que quede un registro de lo que comunico? ¿Esta herramienta lo permite?

11. FRECUENCIA: ¿El medio me impone una frecuencia de aparición? Ejemplo: la revista sale cada dos meses, todas las semanas se renuevan las carteleras, todos los días se manda un “breve de noticias”, etc. ¿Podré cumplir con esta frecuencia durante el año o me estoy auto-regalando un elefante blanco? Y atención, que si un medio no se actualiza se muere.

12. PARTICIPACIÓN: ¿Me interesa que la gente participe en la elaboración de este medio? ¿El medio lo permite, es abierto?

13. MEDICIÓN: ¿Quiero medir cuánta gente recibió o leyó la información que trasmití? ¿La herramienta que seleccioné me lo permite?

14. TEMA: ¿Es esta la mejor herramienta para comunicar el tema que quiero? Porque sabemos que no todo se puede comunicar por los mismos medios. Para más aclaración lea mi ejemplo fácil en el punto 4.

15. VOLUMEN DE INFORMACIÓN: ¿El volumen de información a transmitir es el adecuado para el medio o lo estoy saturando?

Las herramientas no son mágicas

Cuando uno ve una obra de teatro en la televisión no está viendo televisión, está viendo teatro. Del mismo modo, si uno mira en una pantalla de cine un programa de televisión está mirando televisión y no otra cosa. Entonces, el soporte no determina la esencia del mensaje aunque pueda colaborar con la transmisión del mismo (desde luego es más fácil hacer un programa de radio si uno tiene un micrófono y una antena.).

Así, en cuanto a la comunicación interna, podemos señalar:

• Una herramienta puede colaborar con la comunicación de la empresa, pero no puede mejorarla. Si una empresa arrastra vicios como difundir mensajes contradictorios, brindar poca información, abusar del doble discurso o no ser coherente entre lo que dice y lo que hace, de poco le va a servir que esos mismos “mensajes enviciados” salgan editados en una revista, por más linda, bien escrita o diseñada que esté.

• Una herramienta puede colaborar con la comunicación de la empresa, pero no puede reemplazarla. Las herramientas son tautológicas, son eso y nada más, y por sí solas no hacen nada. Para ser más directo: el hecho de que una empresa edite una revista no significa que esté haciendo comunicación interna y mucho menos que la esté gestionando de manera adecuada.

De modo que si una empresa quiere hacer comunicación interna (en verdad aquí tendríamos decir “si quiere comenzar a planificar sus comunicaciones”), creo que un buen inicio sería preguntarse “para qué”, el pequeño “know why” tan opacado por su hermano mayor “know how”. Si luego de esa pregunta decide que quiere hacer comunicación interna para, digamos, mejorar la productividad a través de una mayor conocimiento de las tareas y los objetivos por parte de su personal, debe preguntarse inmediatamente qué acciones de comunicación implementar. Y si finalmente concluye que quiere, por ejemplo, editar una revista, debe plantearse al menos las 15 variables que presentamos anteriormente para determinar si esta herramienta es la que mejor responde a sus necesidades, objetivos y posibilidades, y desde luego si está enmarcada dentro de una planificación que forme sistema con otras herramientas o acciones de comunicación.

Tantas precauciones tienen un solo fin: el éxito. De lo que se trata es de “diseñar”, lo cual, como dijo una vez el maestro Norberto Chaves, no es más que “una actividad que intenta evitar riesgos y aumentar las posibilidades de éxito”. Porque realmente no tiene ningún sentido invertir una fortuna en lanzar una revista interna de 16 páginas, con papel ilustración de 300 gramos, a full color y con laca sectorizada, si antes no se exploraron otras alternativas de comunicación más eficaces (y ojo que en esta nota, como se habrá dado cuenta, sólo mencionamos acciones mediadas o con soporte físico, ¡ni qué hablar de las personales!).

Por eso recordemos que la comunicación es multidimensional, así que no vale la pena reducirla a un puñado de herramientas que además de costosas pueden ser ineficientes. Y ojo: esto se lo digo “Entre Nos”.

EL BLOG CORPORATIVO COMO UNA NUEVA FORMA DE COMUNICACIÒN ORGANIZACIONAL - por María del Mar Soria




José Luis Orihuela, profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra y experto en Nuevas Tecnologías aplicadas al Periodismo, asegura que el gran reto para las industrias de la comunicación consiste en cambiar su cultura corporativa, el modo en que se entiende y se gestiona la información y las relaciones con los usuarios.

Actualmente, herramientas como el blog están adquiriendo un papel fundamental en las empresas, algo en lo que confluyen la mayor parte de los empresarios. Este sistema no sólo es un útil accesorio para generar recursos a través de la publicidad, sino que la compañía gana presencia en la red a través de una fluida comunicación en el blog, en el que pueden participar desde el director general hasta el empleado que trabaja a media jornada, pues de lo que se trata es, definitivamente, de otorgar a la corporación una imagen real y cercana.

Quizá la creación de un blog se convierta en un arma de doble filo para las compañías emergentes, pues por un lado se arriesgan ante la presencia de grandes competidores, pero por otro pueden evolucionar y aumentar su productividad gracias a esta iniciativa. Además, la empresa ha de invertir en la creación de esta herramienta tecnológica, lo que puede complicar aún más emprender la iniciativa.

En este sentido José Luis Orihuela contempla una serie de pautas a tener en cuenta para crear un blog, tanto si lo realiza una entidad externa a la entidad como si lo lleva a cabo una persona que pertenezca a la misma:

- Comienza leyendo blog
- Prueba varias herramientas
- Escoge un tema
- Cuida la calidad
- Enlaza a tus fuentes
- No te preocupes de las visitas
- Espera para promoverlo
- Participa en las actividades de la blogosfera
- Recuerda que es un medio público
- Y, siempre, trata de divertirte

Un claro y reciente ejemplo: Hoteles Monte

El blog corporativo comenzó sus primeros pasos en 1999, cuando Internet era ya un sistema ampliamente conocido, aunque poco consolidado. Actualmente, se crean 15.000 blogs diarios y se calcula que un 11 por ciento de los internautas visitan este espacio de la Red cada día (www.blogmundi.com).

Teniendo en cuenta estos datos, son cada vez más las empresas que mejoran su comunicación externa e interna a través de la creación de un blog. Este es el caso de Hoteles Monte, que con un diseño sencillo, pero muy informativo en su página, ha conseguido introducir enlaces interesantes para los clientes, a los cuales se les permite reservar una habitación o que tengan conocimiento de las actividades que se llevan a cabo en las diferentes delegaciones del hotel, tales como encuentros académicos o ciclos culturales. Asimismo, la empresa refuerza su posicionamiento ofreciendo un servicio gratuito que bajo la denominación de link “Intercambio de enlaces”, permite a otras empresas tener un hueco en esta web a cambio de que Hoteles Monte aparezca en la suya. Una genuina idea publicitaria y promocional que amplía fronteras comunicativas.

Sin embargo, y a pesar de que el blog corporativo se convierte en éxito casi asegurado, Julio Alonso, miembro de Weblogs, S.L., apunta que, por lo general, a las empresas les da miedo iniciarse en estas nuevas tecnologías porque están habituadas a controlar el mensaje con los métodos tradicionales publicitarios. Es más, los empresarios aseguran que hay ciertos sectores, tales como la industria científica o telecomunicativa, a los que la creación de un blog les perjudicaría sustancialmente, ya que en este área empresarial concretamente prima un servicio rápido e inmediato para el cliente. Y es que, efectivamente, y en el caso del ámbito científico y de las telecomunicaciones, sus profesionales buscan una web directa en la que encuentren servicios sin necesidad de leer opiniones y otros factores externos que no sea el puro negocio. Son clientes, además, decididos y que cuando entran en el enlace de una determinada compañía, saben perfectamente lo que quieren y por tanto, desdeñan cualquier información que no imprecisa.

El blog se ha convertido en los últimos años en una herramienta revolucionaria para algunos, y en un sistema impensable para otros. Sin embargo, y de lo que no cabe la menor duda, es que las apuestas tecnológicas para la comunicación corporativa son un modo de rentabilizar al máximo, y quienes se hacen con ellas han acelerado su rendimiento.

sábado, 7 de marzo de 2009

¿QUÉ SON LAS COMPETENCIAS?




Las definiciones de Competencia constituyen una verdadera legión. A continuación se citan algunas de ellas:

Spencer y Spencer (1993) consideran que es: "una característica subyacente de un individuo, que está causalmente relacionada con un rendimiento efectivo o superior en una situación o trabajo, definido en términos de un criterio" (p. 9).

Rodríguez y Feliú (1996) las definen como "Conjuntos de conocimientos, habilidades, disposiciones y conductas que posee una persona, que le permiten la realización exitosa de una actividad".

Ansorena Cao (1996) plantea: "Una habilidad o atributo personal de la conducta de un sujeto, que puede definirse como característica de su comportamiento, y, bajo la cual, el comportamiento orientado a la tarea puede clasificarse de forma lógica y fiable." (p. 76)

Guion (citado en Spencer y Spencer) las define como "Características subyacentes de las personas que indican formas de comportarse o pensar, generalizables de una situación a otra, y que se mantienen durante un tiempo razonablemente largo"

Woodruffe (1993) las plantea como "Una dimensión de conductas abiertas y manifiestas, que le permiten a una persona rendir eficientemente".

Finalmente, Boyatzis (Woodruffe, 1993) señala que son: "conjuntos de patrones de conducta, que la persona debe llevar a un cargo para rendir eficientemente en sus tareas y funciones".

Del análisis de estas definiciones puede concluirse que las Competencias:
Son características permanentes de la persona,
Se ponen de manifiesto cuando se ejecuta una tarea o se realiza un trabajo,
Están relacionadas con la ejecución exitosa en una actividad, sea laboral o de otra índole.
Tienen una relación causal con el rendimiento laboral, es decir, no están solamente asociadas con el éxito, sino que se asume que realmente lo causan.
Pueden ser generalizables a más de una actividad.

Probablemente una fuente de confusión con respecto a las Competencias, es que son entidades más amplias y difusas que los constructos psicológicos tradicionales. De hecho, las Competencias combinan en sí, algo que los constructos psicológicos tienden a separar (a sabiendas de la artificialidad de la separación): lo cognoscitivo (conocimientos y habilidades), lo afectivo (motivaciones, actitudes, rasgos de personalidad), lo psicomotriz o conductual (hábitos, destrezas) y lo psicofísico o psicofisiológico (por ejemplo, visión estroboscópica o de colores). Aparte de esto, los constructos psicológicos asumen que los atributos o rasgos son algo permanente o inherente al individuo, que existe fuera del contexto en que se pone de manifiesto, mientras que las Competencias están claramente contextualizadas, es decir, que para ser observadas, es necesario que la persona esté en el contexto de la acción de un trabajo específico.

Esto establece en sí una diferencia. Mientras que la psicología tradicional intenta generar variables unidimensionales en la medida de lo posible, que garanticen homogeneidad conceptual y métrica para cada una de ellas (aunque luego se combinen para realizar predicciones de criterios complejos), las Competencias se plantean como multidimensionales en sí mismas y con una relación directa con el contexto en que se expresan.

Una Competencia es lo que hace que la persona sea, valga la redundancia, "competente" para realizar un trabajo o una actividad y exitoso en la misma, lo que puede significar la conjunción de conocimientos, habilidades, disposiciones y conductas específicas. Si falla alguno de esos aspectos, y el mismo se requiere para lograr algo, ya no se es "competente".

Es lo que Lawshe y Balma (1966) planteaban hace muchos años como: a) La potencialidad para aprender a realizar un trabajo, b) La capacidad real, actual, para llevar a cabo el trabajo, c) La disposición para realizarlo, es decir, su motivación o su interés. Estos tres aspectos se complementan, ya que es posible, que alguien tenga los conocimientos para hacer el trabajo, pero no lo desee hacer; o que tenga el deseo de realizarlo, pero no sepa cómo hacerlo; o no sepa como hacerlo, pero esté dispuesto a aprender y tenga las condiciones de hacerlo.

La misma concepción de las Competencias, con su carácter multidimensional, hace que sean complejas, por lo que se requiere analizar cómo están conformadas. Spencer y Spencer consideran, que las Competencias están compuestas de características que incluyen: motivaciones, rasgos psicofísicos (agudeza visual y tiempo de reacción, por ejemplo) y formas de comportamiento, autoconcepto, conocimientos, destrezas manuales (skills) y destrezas mentales o cognitivas. Mientras que Boyatzis plantea que una competencia puede ser "una motivación, un rasgo, una destreza, la autoimagen, la percepción de su rol social, o un conjunto de conocimientos que se utilizan para el trabajo".

Al revisar las características o componentes de las Competencias, observamos que, de alguna manera, están asociados con los constructos psicológicos, pero los mismos se combinan de una manera determinada, para generar la capacidad de rendir eficientemente en tareas o actividades específicas, hacer a la persona "competente". La forma en que se combinan sólo se puede determinar mediante el análisis de cómo las personas exitosas actúan en el trabajo.

Es importante diferenciar las Competencias necesarias para realizar un trabajo exitosamente, de lo que la persona hace en su trabajo. Woodruffe (1993) destaca, que, por ejemplo persuadir a otros no es una competencia, sino algo que la persona debe hacer en el trabajo. Para persuadir a otros eficientemente, la persona debe tener ciertas Competencias: ser incisivo en su comprensión de los asuntos, ser abierto en su forma de razonar a fin de encontrar opciones, desear resolver los asuntos y obtener resultados, tener confianza en dirigir a otros, ser sensible a los puntos de vista de otros, actuar en forma cooperativa con otros y estar orientado hacia el logro de objetivos.



¿CUÁNTAS COMPETENCIAS EXISTEN Y QUÉ SON?

El número de Competencias "existentes" puede muy amplio. Levy-Leboyer (1996) presenta seis diferentes listas. Ansorena Cao (1996) incluye 50 Competencias conductuales. Woodruffe (1993) plantea nueve competencias genéricas, lo que significa que hay muchas otras específicas. El Diccionario de Competencias de Hay McBer (Spencer y Spencer, 1993) incluye 20 Competencias en su lista básica, ordenadas por conglomerados, y nueve adicionales denominadas Competencias Únicas. Barnhart (1996) incluye 37 competencias básicas en siete categorías.

En todas esas listas hay Competencias que tienen el mismo nombre para el mismo concepto, pero también hay algunas que, siendo similares, reciben nombre diferentes (Solución de Problemas vs Toma de Decisiones). Igualmente, algunas competencias son agrupadas de maneras diferentes (Orientación al Cliente puede ir en Apoyo y Servicio Humano – Spencer y Spencer – o en Gerencia – Barnhart). Esto hace que el número de Competencias a definir pueda llegar a ser muy grande, precisamente por el hecho de que las Competencias están ligadas al contexto específico en que se pone de manifiesto en el trabajo, lo que sugiere, que cada organización puede tener conjuntos de Competencias diferentes y que ninguna organización puede tomar una lista de Competencias preparada por otra organización para su uso, asumiendo que existen similitudes entre ellas.

Para analizar con más profundidad lo que son las Competencias, utilizaremos el Diccionario de Competencias de Hay McBer, (Spencer y Spencer, 1993), que se incluye en la Tabla 1. Allí se agrupan las Competencias en Conglomerados, es decir, categorías que muestran relativa homogeneidad.

Los diferentes tipos de trabajos requieren diferentes magnitudes y combinaciones de esas Competencias. El conjunto de Conglomerados y Competencias incluido en la Tabla 1, es especialmente adecuado para el trabajo gerencial y de ventas, aunque posiblemente no se adecúen para un maestro de preescolar o para un investigador científico, lo que significa, que puede haber otras Competencias adecuadas para otros tipos de trabajo.

Una simple lista de los nombres de las Competencias naturalmente que no es suficiente para comprenderlas. Para ello es necesario contar con detalles que amplíen la identificación nominal. En la Tabla 2 se presenta con mayor detalle el Conglomerado V - Competencias de Carácter Cognitivo donde puede verse, que se da una definición de todo el Conglomerado, así como de cada una de las Competencias que lo conforman. Nótese, que aún cuando se trata de un Conglomerado "Cognitivo", se incluyen aspectos motivacionales, lo que es congruente con los planteamientos de que la ejecución del trabajo exige, no solamente conocimientos o habilidades, sino también la disposición para realizarlo.

TABLA 1. Resumen de las Competencias de Hay Mcber

La Tabla 2 permite observar, que cada Competencia incluye uno o varios componentes. Pensamiento Analítico, por ejemplo, incluye, a) Complejidad del Análisis (o de lo analizado) y b) Magnitud del Problema que Confronta. Cuando se desea evaluar una Competencia en un contexto determinado, es necesario analizarla en función de la situación laboral específica que debe confrontar la persona, para determinar cuáles son los requerimientos del cargo y cuál es el nivel de dominio que debe demostrar la persona. Este punto se tratará más adelante.

Dos de las Competencias de este Conglomerado: Pensamiento Analítico y Pensamiento Conceptual, guardan paralelismo con los constructos psicológicos Razonamiento Abstracto y Razonamiento Lógico (Inductivo y Deductivo), que tradicionalmente han sido evaluados con pruebas psicométricas de alto nivel de eficiencia y homogeneidad interna. Aquí, sin embargo, se definen en función de la magnitud de lo que se hace, y del grado de complejidad de lo que debe ser analizado, lo que automáticamente lo relaciona con la situación específica del trabajo. Por ejemplo, las situaciones que debe analizar un ejecutivo de ventas son de menor complejidad, que las que analiza el gerente de ventas, mientras que un gerente general confronta situaciones aún de mayor complejidad. Esto es así, porque precisamente, las Competencias se asocian con la aplicación directa en circunstancias laborales específicas.

La tercera competencia incluida en el Conglomerado V, es Pericia, que se refiere a los conocimientos relacionados con el trabajo en sí, su habilidad para aplicarlos y, curiosamente, también incluye la motivación para "divulgar a otros" esos conocimientos. Este último componente, de carácter motivacional, pareciera pertenecer más bien al Conglomerado IV, Gerencia, y en la Competencia Desarrollo de Otros, pero por alguna razón los autores lo ubicaron aquí. Lo que resta pertenece al ámbito tradicional de los Conocimientos, que también es un constructo ampliamente estudiado y que ha permitido el desarrollo de eficientes instrumentos, tanto de tipo psicométrico, como operacional (es decir, de ejecución de un trabajo), destinados a evaluar la información que posee una persona. Nuevamente, la diferencia entre el concepto de Competencia y las variables psicológicas tradicionales está en la aplicación directa de la competencia en el trabajo, en lo que la persona debe hacer para ser exitoso en el mundo laboral.